Cuatro poemas del escritor mongol Mend-Ooyo Gombojav, Traducidos Por Pedro Sánchez Sanz

Mend-Ooyo Gombojav es un escritor, poeta y calígrafo de Mongolia, nacido en una familia de pastores nómadas en 1952. Mend-Ooyo vive en Ulán Bator, capital de Mongolia, donde dirige la Academia Nacional de Cultura y Poesía. Ha ejercido la docencia y de 1978 hasta 1988 fue editor jefe de programas culturales para la radiotelevisión pública de Mongolia. Desde 1988 se ha dedicado profesionalmente a la literatura como miembro destacado de la Unión de Escritores de Mongolia.

Tras la Revolución Democrática de 1990, Mend-Ooyo fue miembro del Comité Nacional de Mongolia para la UNESCO, y sucesivamente, director ejecutivo, vice-presidente y presidente de la Fundación Cultural de Mongolia. De 1998 al 2000 ejerció el cargo de portavoz de la Agencia Gubernamental para la Cultura y las Artes. En 2005 fundó la revista de literatura y cultura GUNU y fue nombrado presidente de la Academia Nacional de Cultura y Poesía. En 2015, la Universidad de Arte y Cultura de Mongolia le otorgó el título de Doctor Honoris Causa por su carrera literaria.

Podéis encontrar más información sobre el autor en su página web y en su perfil de facebook.

A continuación, os dejamos con algunos poemas de Mend-Ooyo Gombojav, del libro Every Shining Moment, publicado por el Ministerio de Cultura y Poesía de Mongolia, Toono Editions, Ulán Bator, 2019.

Los poemas fueron traducidos al inglés por Simon Wickamsmith (traductor de literatura mongola y profesor de Lenguas y Culturas Asiáticas y en el Programa de Escritura de la Universidad de Rutgers) y ahora son traducidos al español por el escritor y traductor Pedro Sánchez Sanz. Esperamos que disfrutéis de su lectura.

 

IN A SHINING REALM

Every shining, laughing star has its story.
Every person has a reason to be born.
Every human is a seed of the land.
Every seed has a reason to grow.
Every seed has eternal golden eyes in it.
I have my place in those shining eyes.
They guide me towards my roots.
They carry the soil, the mountains and the waters.
They bring plants, flowers and delicous fruits.
Inherent in every root, in every fruit,
Is a reason to grow. Legends hold the message,
The memory, the teaching of those golden eyes.
I have my place in that golden realm,
I exist forever in the wise mandala of time.

EN UN REINO BRILLANTE

Cada brillante y risueña estrella tiene su historia.
Cada persona tiene una razón para haber nacido.
Cada humano es una semilla de la tierra.
Cada semilla tiene una razón para crecer.
Cada semilla tiene eternos ojos dorados.
Mi lugar está en esos ojos brillantes.
Ellos me guían hacia mis raíces,
ellos llevan tierra, montañas y agua.
Traen plantas, flores y deliciosos frutos.
Inherente a cada raíz, a cada fruto
hay una razón para crecer. Las leyendas
mantienen el mensaje, la memoria,
la enseñanza de esos ojos dorados.
Mi lugar está en ese dorado reino, existo
para siempre en el sabio mandala del tiempo.

 

FOUR RED LEAVES
1
The mountain larches, bathed in moisture, are shivering,
and ahead of us, the leaves burn red like fire.
Like a pastureland of tracks, parting and merging,
the veins of the leaves inscribe our happiness.
2
The bulky white mist hangs down like a stage curtain,
and the deep forest seems like scattered shards.
The trees of desire all have a fan of green leaves,
and the sky’s cold face weeps red leaves.
3
The last of the rain hisses across the red leave,
the trees mass together, barefooted, on the tracks.
On the earth, where lovers suffer for their joy,
we two feel joy in our suffering.
4
The late autumn rain thickens in the mess of time,
and snowflakes whiten the slopes of life,
and bright red leaves are as painted hearts,
nestled beneath the fluttering snow.

CUATRO HOJAS ROJAS
1.
Los alerces de la montaña, bañados de humedad, tiritan.
Y ante nosotros las hojas arden rojas como el fuego.
Como senderos en el pasto, que parten y se desvían,
las venas de las hojas inscriben nuestra felicidad.
2.
La densa neblina blanca cuelga como un telón
y el profundo bosque parece disperso en fragmentos.
Los árboles del deseo tienen un abanico de hojas verdes
y el rostro frío del cielo llora hojas rojas.
3.
La última lluvia silba entre las hojas rojas.
Los árboles se juntan, descalzos, en los senderos.
En la tierra, donde los amantes sufren por su gozo,
nosotros dos gozamos en nuestro sufrimiento.
4.
La última lluvia de otoño se espesa en la maraña del tiempo
y los copos de nieve blanquean las laderas de la vida,
y brillantes hojas rojas parecen corazones pintados
que anidan bajo la nieve que aletea palpitante.

 

IN INFINITE SPACE…

My dear friends have followed each other into
the next world,
a series of burials have filed across the center of life,
and we light a candle before the images
which remain as substitutes,
imaging bright moments deep in our hearts.
My picture will have no place in your heart,
a part of my story will be obliterated by fate,
and, among those who are passing the time, I will
disappear, like a mist, into infinite space.
The waters which reflect my form transforms into clouds,
every form becomes a reëmbodiment,
and all that is precious flees away from me,
my time with friends scatters.
Gently, quite gently, I have moved with those
who have passed away,
I have traveled before into another world.

EN EL ESPACIO INFINITO…

Mis mejores amigos se han seguido uno tras otro
al otro mundo, una serie de entierros
desfilando por el centro de la vida,
y encendemos una vela ante imágenes
que hacen de substitutos
reflejando momentos felices en el corazón.
Mi foto no tendrá lugar en vuestro corazón,
el destino olvidará una parte de mi historia,
y entre aquellos que pasan el tiempo,
desapareceré, como bruma, en el espacio infinito.
Las aguas reflejan mi firma, que se transforma
en nubes, cada forma es una reencarnación
y todo lo preciado se aleja de mí,
mi tiempo con los amigos se dispersa.
Lenta, lentamente, me he acercado a aquellos
que pasaron a mejor vida.
He viajado antes de tiempo al otro mundo.

 

THE SPARROWS OF ULAANBAATAR

The last leaves tear from the trees and fly away.
A flock of sparrows come in to take their place.
A multitude of eyes glisten like bright chalcedony,
looking from outside the window at the flowers in the room,
these dear sparrows are lucky with their canopy of cliffs,
thinking about the dark blue hollows of their country.
They do not brush against the white clouds of autumn.
They do not sing in the blue of the sky,
out on the peaceful steppe….
The time is coming now,
the sparrows are becoming city-dwellers,
will they make their nests in the towers
which reach to the stars…?
While I sip my hot coffee from a china cup,
quietly I sigh for these birds.
My eyes magic clips of new songs on the TV.
Nomadic journeys unroll century after century.
Nomads from the wild steppe head for Ulaanbaatar.
Thousands of hills are thinking amidst the grasses.
From everywhere they’re moving to the city,
even the sparrows gladly follow them from the north.
The guard-dogs follow behind, sniffing the ground.
Just how will these creatures feel, now they’re in the city?
The sparrows peck at breadcrumbs on the balcony.
They crane their necks to peer inside my room.
What’s most important, though, they focus in on something.
They gaze at the picture of the wild steppe
at morning on my wall.

LOS GORRIONES DE ULÁN BATOR

Las últimas hojas se desprenden de los árboles y vuelan.
Una bandada de gorriones viene a ocupar su lugar,
una multitud de ojos que brillan como la calcedonia,
y miran desde fuera de la ventana las flores de mi habitación.
Estos gorriones tienen suerte con su pabellón de acantilados,
piensan en las oscuras hondonadas de su tierra.
Ellos no rozan ya las blancas nubes de otoño
ni cantan en el azul del cielo
de la pacífica estepa.
Va llegando el momento,
los gorriones habitan la ciudad
¿harán sus nidos en las torres
que alcanzan las estrellas?

Mientras sorbo mi café en la taza de porcelana,
quedamente suspiro por esos pájaros.
La magia de mis ojos atrapa nuevas canciones en la tele.
Los viajes nómadas echan a rodar siglo tras siglo,
los nómadas de la estepa se dirigen a Ulán Bator,
miles de colinas meditan entre las hierbas.
De todas partes se mudan a la ciudad,
los gorriones los siguen alegremente desde el norte,
los perros guardianes van detrás, olisqueando el terreno.
¿Cómo se sentirán estas criaturas ahora que en la ciudad?
Los gorriones picotean migajas en el alféizar,
estiran sus cuellos para mirar dentro de la habitación,
y lo que es más importante aún, se centran en algo.
Miran el cuadro de la salvaje estepa amanecida que hay en la pared.

 

Traducción del inglés al español por Pedro Sánchez Sanz.

 

Pedro Sánchez Sanz (Sevilla, 1970) es escritor, profesor y traductor. Ha publicado la colección de relatos, Huidas Imposibles (2011) y varios libros de poesía, entre otros, La templanza y otros georemas (2013), Abisales (2015) y Razón de las islas (2017). Su último poemario, Refugio de vuelo, ha sido publicado en 2019 por Chamán Editores. Ha recibido algunos premios literarios tanto por su narrativa como por su obra poética, entre los que destacan el Premio Internacional Platero de Relatos de la ONU (Ginebra, 2011) y el Premio Internacional de Poesía Rilke (Oviedo, 2000). Ha traducido y publicado una antología del poeta británico Edward Lucie-Smith, titulada Hacia el silencio (2016), Voces de Portugal (2017), una selección de poetas portugueses actuales, Hilo de plata y ceniza (2018), de la poeta portuguesa Isabel de Sá y Terca marea (Chamán Ediciones, 2019) del poeta portugués Manuel Neto dos Santos. Es miembro del consejo de redacción de la revista de poesía CAL y codirige Juego de Espejos, colección de cuadernos de traducción poética. Más información sobre el autor disponible en su web: http://pedrossanzurdo.wixsite.com/escritor

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