Pasó un mes más, hasta dar una vuelta completa por el cielo durante este tiempo hasta el Océano que circunda la tierra, y regresó con noticias literarias nuevas por el este para “La mirada de Helios”. En esta ocasión trajo un interesante proyecto literario: la Asociación Cultural DesnudArte Creando. Un proyecto para la creación artística y literaria con un equipo creativo femenino: Patricia Luque Castillejo, Ana Pilar Fontalba Espejo y Alba Moon.
No es de extrañar que su principal objetivo sea la «reivindicación feminista en el mundo del arte a través del rescate de la conciencia femenina dentro de la historia, la memoria, el testimonio, la cultura heredada y la propia vida», según comentan en su biografía. Para DesnudArte los veinticuatro cantos de la Odisea estarían dedicados a una mujer.
DesnudArte
Colaboran con Dinamo Creación Literaria en la Casa de la Juventud de Córdoba, los Mercados de Arte Joven del Festival de Eutopía, y La República de las Letras, realizando recitales; en la Biblioteca Provincial de Córdoba dentro del programa Ellas escriben con talleres literarios; en el Festival de Eutopía con Verso, verdad o atrevimiento; también participan en eventos poéticos como Maridaje Literario, o la performance que realizaron en Puente Genil, Tres mujeres de copa. Han contado con la aparición en los medios tanto públicos (Agenda Joven de Diputación de Córdoba) como privados (Radio Córdoba Cadena Ser).
Además de estar presentes en el Mercado Joven, en la Marcha Trovadoresca (Albergue Juvenil), recitar a Gloria Fuertes en los Patios cordobeses, hacer muestras publicitarias para atraer la atención de los jóvenes, escribir cartas mecanografiadas para dejarlas por distintas zonas o buzones de Córdoba, y contar con referentes poéticos como Alfonsina Storni, Ana Rossetti, Ángeles Mora, Anne Sexton, Begoña Abad, Gioconda Belli, Gloria Fuertes, Jhoana Patiño, Juana Castro, Laura Casielles, Marcela Serrano, María Rosal, Olga Valenzuela, entre las que imagino una larga lista que se extiende a cada paso.
Las conocí gracias al VI Encuentro de Poesía, Música y Plástica. “Poesía y feminismo: una estética de la diferencia” de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil. Allí realizaron su recital-performance Tres mujeres de copa, del que Guillermo Busutil dijo en su artículo Presente indicativo de poesía, en la Opinión de Málaga «poemas con escamas de plata, y la performance del joven colectivo DesnudArte con sus «Tres mujeres de copa», que tendieron entre ajuares humildes las esperanzas y dignidad femeninas -escritas por las poetas del 27 en segundo plano- que todavía no tienen esplendor de libertad en sus alas». DesnudArte Creando está conformado por tres guerreras luchando por aquello en lo que creen «transmitir la libertad de la mujer en todos los aspectos, empezando por el sexo, que es el tabú más grande de nuestro género», según aseguran en su manifiesto. La confianza es una paloma blanca y ellas son tres formas diferentes de divinizar a la mujer: «La palabra mujer significa Diosa en DesnudArte. Para nosotras es el centro y origen, la columna vertebral; el corazón de la sociedad lleva bragas», por eso su logo es un corazón con bragas.
DesnudArte es centro neurálgico donde convergen el placer y la libertad, donde se mezclan el grito y la ternura; la historia y la cultura; el testimonio y la vivencia; la memoria y la vida.
«¿Por qué DesnudArte? DesnudArte es sinceridad con los demás y con nosotros mismos, dar un salto al vacío, quitarse prejuicios y derribar dogmas; mirarse al espejo y sentir que por fin no llevas nada puesto».
Como referentes tienen a las madres de todas las madres, a Lilit o «Lilith» quien en el Midrash Alphabeta de Ben Sira se negó a yacer bajo Adán: «¿Por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo y por tanto, soy tu igual», y Eva, cuyo nombre significa “fuente de vida”, compañera y ayuda idónea para el hombre que finalmente escucha la tentación personificada en la serpiente y tienta al hombre cayendo con ella en el pecado eterno y la desobediencia a ese Dios padre que ha intentado cuidar y velar por la humanidad.
Al introducir «Lilit» en el buscador de Google he encontrado un artículo del año 2015 que habla de la «demoniaca primera mujer que abandonó a Adán». No me voy a quedar con la tentación de leerlo, así que curioseo para saber que el judaísmo no deificó a Lilit sino que la introdujo como concepto del mal ligado al erotismo femenino. Es un nombre que se ha ido adaptando con el tiempo, pero curioso que el mito no lo haya hecho aún según entre quien estemos hablando.
Muchos autoras se han dedicado a rescatar a Lilit (Lilith), entre ellas Irene X en Single que inicia con un texto con su nombre del que he extraído el fragmento a continuación:
«Soy toda la culpa y soy el culpable, especialmente la destreza para diseñarme del culpable. Soy la que se llamaba la se llamaba la primera mujer en un libro dedicado a la primera mujer. Soy la quiso ser la última mujer y soy la primera, especialmente soy la primera. Y soy la que entra después de ti y la que sale antes que tú».
Pero no es la única, ya lo hizo la poetisa y novelista sueca Karin Boye en su El canto a Lilith donde —intensamente— clarificaba la existencia mística de esta figura, y muchas otras leyendas, con sus versos: «¿Te atreves a recorrer ese camino/ ardiendo en el arrebato del horror? /Aterrorizada, bendecida,/llegarás a la oscura casa de las Madres eternas».
O Guadalupe Grande en su prólogo de El libro de Lilit hace mención a nuestro legado: «Estas ruinas que una vez fueron carne y voz/están hoy abandonadas a nuestro cuidado/somos los responsables de su eternidad».
Así como también, la poeta canaria Yaiza Martínez en su libro Rumia Lilith atribuía incluso aspectos temporales a esa hombradía negada al «ser mujer»: «Al tiempo le dieron la forma/ de un pene erecto y tu sexo/ no tuvo tiempo».
Y estoy segura de cuántas se me quedarán en el tintero, muchas otras. En cambio, si nos remontamos a la época prerrafaelita cuando el escritor inglés Dante Gabriel Rossetti escribió sobre esa misma Lilit: «se dice que su lengua engañaba antes/que la de la serpiente, / y que su pelo encantado fue el oro/ primigenio. / Inmóvil permanece; siempre joven; /mientras el mundo envejece;/ y, delicadamente contemplándose a sí/ misma, / atrae a los hombres a la red brillante que/teje, / hasta que el corazón; el cuerpo y la vida/atrapados en ella queden».
Quizás me he detenido más de la cuenta, hice uso del tiempo que antes no nos dieron. Queda claro la distancia entre cada poeta, quedan claras las voces: mujeres y hombres, que dedican poemas al origen o a una misma mujer—antecesora—; queda claro cuál es la perspectiva desde uno y otro lado. Aunque en este caso no haya agregado más ejemplos masculinos, resume las repeticiones hasta ahora. Lo que más me sorprende es que si nos paramos a pensar: el mito.
Ese mito de mujer demoniaca asociada a la rebeldía aún se conserva: mujeres monstruosas, lenguas engañadoras y venenosas, «atraedoras» de hombres a sus redes, rosas y amapolas en jardines de fragancias infinitas extendiéndolas con libre albedrío como besos delicados, ojos y miradas ardientes lanzadas como rayos para incendiar a quienes caen seducidos.
No tengo que volver a DesnudArte, ya estaba con ellas, mientras comentaba todas estas referencias, pero sí tengo que seguir recordando a estas tres mujeres: este triángulo. Aristóteles enumeraba en Retórica las tres fuentes de información para un buen discurso persuasivo: ethos, pathos y logos. En este caso se involucraría a los valores, las creencias y la comprensión de aquella audiencia a quien dirigimos una historia. Las cuestiones de oralidad y escritura siguen estando íntimamente relacionadas. Walter J. Ong alegaba en su ensayo Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra que «la relación entre el lenguaje y el mundo, es producto de la cultura escrita que describe, caracteriza y termina por valorar».
Esto es lo que pensé cuando leí algunos de los poemas en su primera plaquette llamada Instrucciones para quitarse la ropa, puesto eran tres voces diferentes en armonía. Donde nuestras protagonistas de hoy se presentan Al desnudo, Llaman a la puerta, ¿Quién es?; nos preguntan si alguna vez estuvimos desnudas y nos animan a quitarnos la chaqueta (los nervios), el reloj (la prisa), a soltarnos el pelo (la vergüenza), a descalzarnos (la soberbia), a quitarnos los calcetines (la indiferencia), la camisa (los prejuicios), a quitarnos el cinturón (el control), a quitarnos los pantalones (el miedo), a quitarnos las bragas (la sumisión), o los calzoncillos (la prepotencia), a quitarnos el sujetador (el pudor), a hablar (a desnudarnos) y sentencia con una frase final: «Nunca te has sentido tan vestida». Pensaron en pequeños detalles como el nombre de su editorial: Editorial Bragas sin fronteras; o cómo leer la dirección de la editorial en alto podría ser encontrar la ubicación de la Transverberación de Santa Teresa.
Tienen otra plaquette llamada Quién dijo que Dios era un hombre, en cuya portada se anuncia una ilustración de Nísa: una chica con una coleta en bragas y camiseta tira de un par de tampones en cruz dejando un chorro de sangre a su paso. No os desvelo más para que os intereséis por él.
LLAMAR A LA PUERTA, ¿QUIÉN ES?
DesudArte[1], provoca perder lo común del sentido. Hablar de bocas locas que gimen lo cuerdas que están. DesnudArte significa bajar las cremalleras con los ojos cerrados para magrear la verdad. Rajarse la ropa por las pocas ganas de llevarla. DesnudArte conlleva hacerles el amor a las palabras antes de meterlas dentro. Tocarte a ti mismx desde las manos de otro. DesnudArte implica portarse mal y contarlo a todo el mundo. Empezar sin haber dado ningún paso.
DesnudArte es mirar la piel y sentir libertad, el rugido de todas las mujeres silenciadas, el grito de todos los hombres que no quisieron morir.
De Instrucciones para quitarse la ropa
Una vez repasadas sus actividades, su leitmotiv; tras hacer una «parada reflexiva» por—una selección de— quienes han tratado a uno de sus referentes principales (Lilit), comentar la impresión que me dieron cuando las conocí, compartir lo que otros dijeron de ellas, sólo me queda invitaros a pasaros por sus redes y que os hagáis una idea más personal —e intransferible—de todo lo que hacen.
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