El deseo de ir más rápido no garantiza que se avance más lejos. Tras unos meses, Helios volvió a emprender una nueva aventura, subido a su carro de oro, plata y piedras preciosas. Salió y llegó antes de dar paso al día, cuando el viaje se convierte en peligroso y es importante hacer cada movimiento correctamente, para que todo salga bien.
Así, atravesó el mundo de este a oeste, acompañado de esos 4 caballos escupidores de fuego y con la vista en el horizonte. Su mirada, La mirada de Helios, esta vez se posaba en la obra de Cristina Jiménez. Os presento a esta ilustradora y diseñadora gráfica de Pamplona, licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco con quien converso hoy.
CRISTINA JIMÉNEZ
Sus ilustraciones han aparecido en fanzines, publicaciones como Principia Magazine y en medios internacionales como The Lily (Washington Post) y Compound Butter Magazine. Ha participado en exposiciones tanto individuales como colectivas desde el año 2001. Además, ha obtenido varios reconocimientos a su trabajo al ganar diversos premios, como el Premio Certamen de Arte Joven de Navarra en 2007. Uno de sus últimos trabajos ha sido ilustrar el nuevo libro de María Sánchez, Almáciga, publicado por Geoplaneta en 2020.
Aunque parezca básico, lo considero un apunte importante. ¿Qué significa el arte para ti?
Para mí el arte es una forma de expresión y un lenguaje universal que permite conectar a personas de diferentes lugares a través de las emociones. También es algo en lo que siempre encuentro refugio y con lo que aprendo día a día.
¿Cuándo comenzaste a dibujar?
Desde pequeña, como la mayoría, supongo. Ya en el colegio tuve la suerte de topar con profesores que siempre me animaron a dibujar y creo que me acabé creyendo que lo hacía bien. A los trece o catorce años, pedí a mis padres que me apuntaran a clases de dibujo y pintura y hasta hoy.
¿Recuerdas el momento en que decidiste dedicarte a ello profesionalmente?
La verdad es que no. Tenía bastante claro que quería estudiar Bellas Artes pero, como nos pasa a muchos, no tenía tan claro cómo enfocar esos estudios después, de cara al mundo laboral. De hecho, me especialicé en pintura, pero al salir de la universidad y tras varios trabajos que poco o nada tenían que ver con el arte, cursé estudios de diseño gráfico y web.
¿Qué papel cobra el lápiz o grafito en tus ilustraciones?
Es una herramienta básica que suelo utilizar en mis ilustraciones porque, aunque parece sencilla, me permite explorar múltiples posibilidades. Últimamente ha cobrado bastante protagonismo a raíz de las ilustraciones que he realizado para Almáciga. Me siento muy cómoda trabajando con el lápiz, pero siempre intento variar para no quedarme estancada en una sola técnica.
¿Qué o quiénes inspiran tus trabajos?
Encuentro mucha inspiración en artistas de distintas épocas, en la naturaleza y por supuesto, en los libros. Soy una apasionada del folklore, la mitología, la etnología y la antropología.
Háblanos del proceso… ¿Cómo consigues plasmar tu idea inicial?
Creo que pocas veces consigo plasmar mi idea inicial ya que, durante el proceso de trabajo, ésta se va modificando continuamente. Normalmente comienzo con una fase de investigación o documentación acerca de la idea que quiero o tengo que representar, ya sea con textos, referentes visuales, etc… Esta parte me lleva bastante tiempo porque para mí es fundamental definir bien lo que quiero comunicar. Cuando ya tengo algo concreto, paso a los bocetos y si hay suerte, comienzo con la ilustración.
Como profesional de la ilustración ¿logras llegar a final de mes?
En mi caso, compagino la ilustración con el diseño gráfico porque todavía no he conseguido vivir únicamente de la ilustración. Es un mundo complicado y desgraciadamente, bastante precario como tantos otros sectores vinculados a la cultura.
Muchas de tus obras señalan a la mujer y al mundo rural, ¿qué papel tienen?
Mi madre, mis abuelas y las que les precedieron proceden de un pequeño pueblo soriano al que me siento muy ligada. A mi madre sí, pero a mis abuelas, desgraciadamente, ya no puedo preguntarles nada sobre su vida, la de su familia… y me arrepiento mucho de no haber aprovechado más el tiempo que estuve junto a ellas. De esta añoranza surgió un interés que no he abandonado y que libros como “Cuaderno de campo”, “Tierra de mujeres” y ahora “Almáciga” de María Sánchez, han seguido alimentando. Esa necesidad de conocer su historia.
Ahora has dibujado sobre ambos temas en «Almáciga» de María Sánchez, pero ya lo hiciste en el manifiesto «Por un feminismo de hermanas de tierra» escrito por María Sánchez y Lucía López Marco, en el 8M de 2019. Además, anotaste al pie del dibujo que «es necesario saber de dónde venimos». ¿De dónde venimos?
Al hilo de tu pregunta anterior, esta frase hacía referencia a una parte del manifiesto de María y Lucía en el que hablan de reconocer el trabajo de nuestras madres, nuestras abuelas… que han tenido un papel fundamental en la vida que surgía y que existía en los pueblos, en su desarrollo en definitiva y que lamentablemente se han visto relegadas siempre al silencio o a un papel secundario, “por ser mujeres y por ser rurales”. Creo que es importante reconocer sus historias y ser conscientes de que lo que muchas somos hoy es gracias a sus renuncias y a su esfuerzo.
Hay un proyecto que me llama la atención llamado Exvotos, compuesto por tres imágenes: Águedas, La poda y Homenaje a Agnès Varda.
Realmente no pensé en estas ilustraciones como un proyecto en sí. Fueron dibujos personales que hice en diferentes momentos y al crear la página web, decidí recopilarlos bajo ese nombre porque al verlos juntos, me sugirieron esa idea. Partes del cuerpo u objetos que las simulan, presentados de manera aislada (como una especie de ofrenda). Siempre me han fascinado los exvotos, me parecen objetos muy interesantes tanto estéticamente como en su dimensión antropológica.
Este último corona tu página web…
Sí. Es una patata en forma de corazón con la que quise hacer un pequeño homenaje a la cineasta francesa Agnès Varda. Adoro su cine y la forma que tenía de ver y contar el mundo que la rodeaba, poniendo en valor temas insignificantes para la mayoría.
Por otra parte, te has dedicado al diseño editorial, la ilustración de música o etiquetado de vinos. ¿Con qué disfrutas más?
Cada proyecto es diferente y tiene sus peculiaridades. Creo que cuando más disfruto es cuando existe una buena comunicación con la/el cliente. Me parece que es algo esencial para llegar a crear algo.
Ilustraciones como Pink Boots Collaboration Brew Day 2018, Faustina Valladolid, Olimpia Valencia, 50 años de la Velvet, Lidia Damunt o Gloria Fuertes incluyen los rosados. ¿Es tu forma de reinventar el color en su relación al género?
Es cierto que suelo utilizar bastante esos tonos, pero no lo hago con ningún objetivo consciente más allá del puramente estético. Creo que debería empezar a ampliar mi paleta de colores… pero seguro que algún rosa cae, inevitablemente.
¿Algo que quieras señalar o comentar?
Únicamente que, si a alguien le interesa mi trabajo, puede encontrarme en mi web www.cristina-jimenez.com/ o en mis redes sociales: www.instagram.com/pinhajimenez/ y twitter.com/pinhajimenez
Sin más, os invito a visitar las redes de Cristina Jiménez, que nos ha mostrado la importancia de conocer y reconocer las historias de nuestras madres y abuelas, que pone el foco en detalles insignificantes (para unos) pero esenciales y señala el valor antropológico de esos exvotos que me hacen pensar en cuáles serán sus siguientes ofrendas.
Entrevista realizada por Gema Albornoz
GEMA ALBORNOZ (Córdoba, 1979). Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba. Escribe en su blog Emociones encadenadas (Premio Blogosfera al Mejor blog de Literatura 2017). Algunos de sus poemas han sido publicados en revistas culturales como Ariadna-rc, Le Miau Noir, El coloquio de los perros, La Galla Ciencia, La Fanzine o Arrebol. Así como en la antología editada por Liberoamérica, Liberoamericanas. 140 poetas contemporáneas. Su primera incursión en el teatro ha sido como guionista y codirectora, en homenaje a Las Sinsombrero, con el teatro Las mujeres del 27. Actualmente, colabora en Salto al reverso, Mundiario, Luz Cultural Magazine y Liberoamérica y es corresponsal del Diario Córdoba. Además, es miembro de la Asociación Cultural Poética de Puente Genil donde es coordinadora de redes sociales y de la Asociación Cultural Naufragio. Ha obtenido el XII Premio Saigón de Poesía con su poema Therigathas.
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