José Pastor González, (Barcelona, 1967). Es autor de los poemarios Cuidado con el perro (Ediciones RaRo, 2009), El ruido de los cuerpos al caer (Groenlandia 2012), Alguien tiene que limpiar la mierda (Ediciones RaRo, 2013, en colaboración con Rakel Rodríguez), Cuaderno de veredas (Piedra Papel Libros).
Sus poemas han aparecido en numerosas revistas y fanzines literarios. Podemos leer una selección de algunos de sus poemas en el suplemento del número 12 de la revista digital Groenlandia, que podéis leer pinchando aquí.
José Pastor escribe con dureza, sin artificio y sin piedad. Como dijo José Luis Martínez Clares en la revista La Galla Ciencia “No hay en sus poemas ni puntuación ni obediencia, no hay reglas ni límites ni artificios. (…) Uno tras otro, leo los poemas de José Pastor González. Uno tras otro, mientras paseo por versos que abominan de los concursos literarios, mientras asimilo estupefacto que su voz sólo pretende llevarse una bolsa: la de la ropa sucia. Uno tras otro, mientras pienso que nunca deberíamos dejar de mirar hacia arriba, hacia ese lugar inhóspito del que seguirán cayendo nuestros héroes, porque miro al cielo / y maldigo que olvidéis / de donde venís / y quién hace el pan.”
Actualmente, el poeta vive en las Alpujarras granadinas, donde participa en recitales y escribe en el blog: http://librosyaguardientes.blogspot.com.es/
A continuación, les ofrecemos algunos poemas inéditos del autor.
Los ojos de Xauen
En Xauen alguien inventó el azul del cielo
y lo puso en la tierra
en Xauen en la plaza de Uta-al Hammam
que es como un territorio de la infancia y los juegos
y donde a la mirada no se le escapa nada
encontrarás mujeres que miran a los ojos
con los ojos más hermosos del mundo
y hombres que se saben todas las palabras valiosas
en todas las lenguas conocidas.
En Xauen
un descanso en el camino de las caravanas y los viajeros solitarios
no hay certeza de lo que los ojos ven
no hay certeza de un mañana
Haciendo pie
Más allá está el mar
tras los oscuros montes de almendros olivos higueras y viñas
están otras vidas otros colores otros secretos otros juegos
Son tres días de caminar rocoso y penoso
sin agua en las fuentes
con aislados cortijos
de postigos cerrados a cal y canto
por miedo al lobo y al hombre
Más allá está el mar
donde limpiar la mirada
y los rostros ennegrecidos por el trabajo el sol el humo
y la rabia de todos los días que se repiten de las palabras que se repiten
del desierto que todo lo devora
en su aparente inmovilidad
Más allá está el mar
que trae un viento favorable
y un horizonte inmenso
donde todos podemos soñar
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