Cinco poemas inéditos de la poeta mexicana Nadia Contreras

Nadia Contreras poesía

Esta semana, os presentamos en exclusiva cinco poemas inéditos de la gran poeta, narradora y ensayista mexicana Nadia Contreras (Colima, 1976).

Nadia Contreras es fundadora y directora de la revista literaria digital Bitácora de Vuelos y de la casa editorial del mismo nombre. Entre sus premios destacan la mención honorífica en el Premio Nacional de Poesía “Elías Nandino”, 2001; el Premio Estatal de la Juventud, Colima, 2002; Premio de Poesía Instituto Mexicano de la Juventud, 2003; Premio de Publicación Editorial en 2006; Premio de poesía “Timón de oro”, y Primera ganadora del concurso de narrativa “Salvador Márquez Gileta”, Universidad de Colima, 2011.

En 2014, el congreso del Estado de Colima le otorgó la presea “Griselda Álvarez Ponce de León”, por su trayectoria en la literatura; es el máximo galardón que el estado puede entregar a una mujer. Sus libros más recientes de poesía son: Cumplimiento de la voluntad (Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Coahuila, Colección Arena de Poesía, 2014), Un viento [que] jamás. Urdimbre [de] cuerpos y palabras (en coautoría con Marisol Vera Guerra (BV Ediciones, 2015); Quedará el vacío (Pinos Alados Ediciones, 2017) ); de ensayo literario: Pulso de la memoria (Universidad de Colima, 2009); y de prosa poética Sólo sentir (Editorial Paraíso perdido, 2017).

Podéis seguir todas las novedades sobre Nadia Contreras en su página de Facebook o en su blog personal, donde escribe regularmente: http://www.nadiacontreras.com.mx/.

Mientras tanto, os dejamos con 5 poemas de esta gran escritora. Esperamos que os guste.

 

Entre el principio y el final

 

I

Me devora otro fondo.

 

Un mar ajeno

donde el tiempo ha perdido

el color, la voz,

la sombra

de las cosas que no terminan.

 

“Ayúdame a no pedir

ayuda”.

 

 

II

 

La sed es espiral.

 

Se enreda

como la arena

y el vientre

provisto de semen

está prohibido.

 

Dentro de mi cuerpo

hay una playa que alumbra.

 

[Tus padres y tus hermanos

son ataúdes].

 

El destino conduce

hacia otras vertientes.

 

Alguna vez hablamos de esto.

 

Yo lo recuerdo así:

dibujabas el cielo

y las estrellas se perdían

en su propia sombra.

 

No era necesariamente

una vertiente,

pero hablamos

del filo de aquella brecha

en la que los hijos

dejarían su nombre.

 

Tardes desplomadas

para no morir sola.

 

 

III

 

Nuevo aire,

nueva agua,

nuevos colores

“disueltos en la luz”.

 

Otro relámpago se instala

en la distancia que separa mi vientre

de la tierra

y los jardines florecen

y los poemas

invierten la perspectiva

en la que fui otra cosa:

 

hielo formado entre los labios

y el sexo.

 

 

IV

 

En la inflexión del olvido

dejo los sentimientos.

 

Llorar, equivale

a acercar lo lejano,

a doblegarme

ante las puertas

que se cierran

y fotografías

donde no se distingue

el hundimiento de la sombra.

 

No voy a llorar

cuando mueras, padre;

no voy a agregar

más lágrimas

a las lágrimas,

más palabras

al lenguaje descompuesto

de la ausencia.

 

Vivir consistirá

en extender la mirada

sobre el desierto

y duplicar, dentro de ella,

el color de la espuma,

el color del fuego

que enciende los campos.

 

Luego, hallaremos

otros rostros

entre el principio y el final.

 

 

 

V

A Juanita

 

En vano el aire

en tus pulmones

y las señales invisibles

de los pájaros,

a veces en el cielo,

a veces en el río.

 

No soportas el empujón

de los cristales

cuando abres los ojos.

 

Poemas inéditos de Nadia Contreras, 2017.

 

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